Biometano
BIOGÁS
El biogás es un combustible renovable producido por la descomposición de materia orgánica en ausencia de oxígeno, un proceso conocido como digestión anaerobia. Está compuesto principalmente por metano (CH4) y dióxido de carbono (CO2), con trazas de otros gases como nitrógeno, hidrógeno, sulfuro de hidrógeno y vapor de agua.
La materia orgánica utilizada para la producción de biogás puede provenir de una variedad de fuentes, como residuos agrícolas, estiércol animal, residuos alimentarios, lodos de depuradoras de aguas residuales, entre otros. Este proceso de descomposición anaerobia se lleva a cabo en un reactor biológico o digestor.
BIOGÁS
El biogás es un combustible renovable producido por la descomposición de materia orgánica en ausencia de oxígeno, un proceso conocido como digestión anaerobia. Está compuesto principalmente por metano (CH4) y dióxido de carbono (CO2), con trazas de otros gases como nitrógeno, hidrógeno, sulfuro de hidrógeno y vapor de agua.
La materia orgánica utilizada para la producción de biogás puede provenir de una variedad de fuentes, como residuos agrícolas, estiércol animal, residuos alimentarios, lodos de depuradoras de aguas residuales, entre otros. Este proceso de descomposición anaerobia se lleva a cabo en un reactor biológico o digestor.
DE BIOGÁS A BIOMETANO
El biometano es el biogás que ha sido purificado y enriquecido para alcanzar una composición muy similar a la del gas natural convencional.
El biogás producido se somete a un proceso de purificación para eliminar los contaminantes y aumentar su concentración de metano. Este proceso, conocido como «upgrading» o «purificación», implica principalmente la eliminación del dióxido de carbono y otros gases no deseados. El resultado es un gas de alta calidad, con un contenido de metano de alrededor del 98% .
El biometano tiene varias aplicaciones, siendo una de las más importantes su uso como combustible en vehículos, tanto en vehículos de pasajeros como en vehículos comerciales y de transporte público. También se puede inyectar en la red de gas natural para su distribución y uso doméstico, industrial y comercial, lo que contribuye a la diversificación de las fuentes de energía y a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero
PSA (Adsorción por Oscilación de Presión) o Lavado con Agua a Alta Presión
Esta es una de las tecnologías más antiguas y ampliamente utilizadas para purificar el biogás. Funciona mediante la captura del dióxido de carbono (CO2) en agua a alta presión en una primera etapa, y luego la liberación del CO2 al reducir la presión en una segunda etapa.
El proceso se basa en la capacidad de ciertos materiales adsorbentes para capturar selectivamente ciertos componentes gaseosos, como el CO2.
Aunque es una tecnología probada y efectiva, puede requerir un alto consumo de energía y puede ser más compleja de operar y mantener en comparación con otras opciones.
Separación por Membranas
Esta tecnología es más nueva y se basa en la permeabilidad de las membranas para separar los componentes del biogás en función de su tamaño molecular.
El biogás pasa a través de membranas porosas que permiten que el metano pase más fácilmente que el dióxido de carbono y otros gases, lo que resulta en un biometano más puro.
Aunque puede tener un alto consumo eléctrico, es más fácil de manejar y puede tener menos problemas de mantenimiento en comparación con otras tecnologías.
Absorción Química utilizando Aminas
La Absorción Química utilizando Aminas es una técnica en la cual el dióxido de carbono (CO2) se absorbe selectivamente en una solución de aminas, un tipo de compuesto químico. Posteriormente, esta solución de aminas se regenera mediante el calentamiento, liberando así el CO2 para su recolección.
Esta tecnología puede ofrecer una eficiencia superior en términos de consumo energético, especialmente para grandes volúmenes de biogás o biogás con altos niveles de sulfuro de hidrógeno (H2S). No obstante, es importante tener en cuenta que la regeneración de las aminas puede requerir un consumo adicional de calor.
Cada tecnología presenta sus propias características y consideraciones particulares. La elección entre ellas dependerá de factores como el tamaño de la planta, la composición del biogás, los estándares de calidad del producto final y los costos operativos y de mantenimiento asociados.
PSA (Adsorción por Oscilación de Presión) o Lavado con Agua a Alta Presión
Esta es una de las tecnologías más antiguas y ampliamente utilizadas para purificar el biogás. Funciona mediante la captura del dióxido de carbono (CO2) en agua a alta presión en una primera etapa, y luego la liberación del CO2 al reducir la presión en una segunda etapa.
El proceso se basa en la capacidad de ciertos materiales adsorbentes para capturar selectivamente ciertos componentes gaseosos, como el CO2.
Aunque es una tecnología probada y efectiva, puede requerir un alto consumo de energía y puede ser más compleja de operar y mantener en comparación con otras opciones.
Separación por Membranas
Esta tecnología es más nueva y se basa en la permeabilidad de las membranas para separar los componentes del biogás en función de su tamaño molecular.
El biogás pasa a través de membranas porosas que permiten que el metano pase más fácilmente que el dióxido de carbono y otros gases, lo que resulta en un biometano más puro.
Aunque puede tener un alto consumo eléctrico, es más fácil de manejar y puede tener menos problemas de mantenimiento en comparación con otras tecnologías.
Absorción Química utilizando Aminas
La Absorción Química utilizando Aminas es una técnica en la cual el dióxido de carbono (CO2) se absorbe selectivamente en una solución de aminas, un tipo de compuesto químico. Posteriormente, esta solución de aminas se regenera mediante el calentamiento, liberando así el CO2 para su recolección.
Esta tecnología puede ofrecer una eficiencia superior en términos de consumo energético, especialmente para grandes volúmenes de biogás o biogás con altos niveles de sulfuro de hidrógeno (H2S). No obstante, es importante tener en cuenta que la regeneración de las aminas puede requerir un consumo adicional de calor.
Cada tecnología presenta sus propias características y consideraciones particulares. La elección entre ellas dependerá de factores como el tamaño de la planta, la composición del biogás, los estándares de calidad del producto final y los costos operativos y de mantenimiento asociados.