La empresa Biovec Ingeniería Ambiental ha llevado a cabo el diseño, ejecución y puesta en marcha de una nueva planta de biogás, pionera en España, para el autobastecimiento de calefacción de la granja porcina Agronsella en Undués de Lerda (Zaragoza).
La nueva instalación, que ha supuesto una inversión de 220.000 €, inició su actividad el pasado mes de enero y está equipada con una caldera de 140 kwque produce energía térmica a partir de los residuos ganaderos (6.000 t/año de deyecciones porcinas) de la nombrada granja zaragozana, con capacidad para 2.200 cabezas en ciclo cerrado.
“Se trata de la primera planta de biogás de este tipo en España, capaz de abastecer el 100% de la demanda de calefacción de la explotación”, explica Oscar Bartomeu, gerente de Biovec.
El biogás se produce por la fermentación de la materia orgánica en condiciones anaeróbicas -ausencia de oxígeno-. El resultado es un gas que contiene una mezcla de metano, dióxido de carbono y trazas de otros elementos como sulfuro de hidrógeno, que puede ser aprovechado tanto en una caldera como en un equipo de cogeneración, con la consecuente producción y venta de energía eléctrica a la red, o en este caso suministro de calefacción.
“La valorización del residuo ganadero además de su indudable componente medioambiental, supone en este caso un considerable ahorro en el gasto energético, estimado en 70.000 € anuales en calefacción”, señala Bartomeu a Ecosectores.
Por otro lado, la nueva instalación realizará un tratamiento integral de las materias digestadas a fin de obtener cerca de 15.000 t/año de abono orgánico para atuconsumo de Agronsella y su empleo en explotaciones agrícolas locales.
Biovec Ingeniería Ambiental, con sede en Vila-Real (Castellón), ha participado en el diseño y construcción de 8 plantas de biogás en diferentes puntos de España y Europa. De cara a un futuro próximo, la empresa ha avanzado a Ecosectores que planea poner en marcha este año dos plantas de biogás más de similares características a la de la granja ganadera de Undués de Lerda.
Fuente: Ecosectores